En Colombia capacitaron a integrantes de 15 comunidades para una Cultura de comunicación #Noviolenta
Globalízate Radio.- Fuente OIM Colombia.- Alrededor de 75 personas de comunidades priorizadas por el Programa Hilando Vidas y Esperanza (WLH) terminaron con éxito la capacitación en Comunicación #Noviolenta y manejo restaurativo de conflictos.
Gracias a los procesos de réplica llevados a cabo por ellos en los territorios, ya son más 350 personas quienes se han acercado a este tema como una herramienta para la convivencia.
La construcción de paz en Colombia, como afirmó en sus recomendaciones el Informe Final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, CEV, requiere de un cambio cultural de posturas que normalizan las prácticas de violencia en la vida cotidiana. En un esfuerzo para contribuir a la transformación de las comunidades afectadas por el conflicto armado, el Programa Hilando Vidas y Esperanza (WLH) de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), desarrolló un proceso de formación para crear una red de personas multiplicadoras de la Comunicación Noviolenta (CNV) en Colombia.
En el marco de esta iniciativa, realizada en alianza con Resuena Colombia, durante el 2022, se llevaron a cabo encuentros regionales con representantes de las 15 comunidades priorizadas en las tres regiones donde opera WLH: El bajo Cauca y nordeste antioqueño, los Montes de María, y el Pacífico medio, alto Patía y Norte del Cauca. Las metodologías para las Escuelas de CNV en cada región, fueron definidas de acuerdo a las necesidades contextuales de los territorios. Por ejemplo, en el caso del Norte del Cauca se establecieron jornadas de sensibilización para dialogar con los líderes y lideresas indígenas que permitieran adaptar la metodología acorde con sus prácticas tradicionales.
El objetivo de la formación teórico-práctico, que tuvo 100 horas de intensidad, fue potenciar y fortalecer la gestión pacífica de conflictos en las comunidades que han sufrido las consecuencias de un conflicto armado prolongado.
En las Escuelas de CNV, Resuena y WLH brindaron a los asistentes herramientas para sustituir comportamientos violentos por otros que les permitan recuperar la conexión consigo mismos y con los demás; cultivar la empatía; restaurar la confianza; y promover la colaboración. Los participantes recibieron kits con un manual y material didáctico para que no solo puedan aplicar la CNV en su vida, a nivel personal, familiar y comunitaria, sino enseñar a otros cómo hacerlo. Como parte de su aprendizaje, los asistentes crearon planes de acción municipales para transmitirle a sus comunidades lo aprendido.
En palabras de Óscar Baena de Valdivia, Antioquia, esta experiencia: “Aporta a nosotros como personas, como personas que venimos liderando procesos en el territorio y que a través de estos procesos podemos replicar todo este conocimiento que adquirimos en esta escuela y que yo sé que nos va a permitir conectarnos más con la comunidad y entender sus diferentes necesidades”.
Algunas de las personas que hicieron parte del proceso de capacitación, manifestaron que ya han visto cambios significativos en su propia forma de reaccionar ante situaciones de conflicto y en su capacidad de conectar con sus necesidades. Además, esperan incluir la Comunicación Noviolenta en la agenda de paz de sus territorios con el fin de que cada persona contribuya con su parte en la transición hacia un país en paz. Así lo expresa, Jorge Girón del Consejo Comunitario de Punta Soldado ubicado en Buenaventura, “Me parece formidable (…) es una forma de organizarse para actuar y ayudar un poco a mermar la violencia” –, Buenaventura.
Entre noviembre de 2022 y enero de 2023, las sembradoras y sembradores de Comunicación Noviolenta que se graduaron en 2022 han liderado 15 actividades de réplica de esa práctica en las tres regiones del Programa WLH. Mediante estas actividades, facilitadas por los participantes, el impacto de la formación se ha extendido a las cerca de 350 personas, logrando así que sus vecinos, familiares y comunidades empiecen a transformar su forma de comunicarse, resolver conflictos y construir una cultura de paz.
“Muchas veces se cree que por ser psicóloga uno tiene todas las herramientas y pues resulta que no, con este programa de Comunicación No Violenta he encontrado muchas cosas que estaba necesitando (…) quiero llevarme esto a la comunidad, para hacer réplica”, indicó Erika Díaz de Colosó, Montes de María.
La Comunicación Noviolenta es un modelo impulsado por el psicólogo estadounidense Marshall B. Rosenberg y desarrollado por el Centro para la Comunicación Noviolenta. Algunos de los temas tratados durante el proceso formativo son las necesidades humanas y el uso de un vocabulario que facilite la conexión con los demás; los sentimientos; la empatía; el lenguaje de la observación; la forma transformar exigencias en peticiones y la transformación restaurativa de conflictos.