Los Cuentos de La Madame por Yrmana Almarza “Oremos por los mas necesitados en esta pandemia”

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Viernes Santo… Llegó la peste, la estamos viendo, la estamos sufriendo en carne propia. Importante ver que hay hermanos nuestros que a pesar de esto, no creen el mal camina por las calles del mundo. Orgánico o de laboratorio, millones han muerto, miles están muriendo y millares seguimos en riesgo de ser tocados por la muerte.

Pocos victoriosos canta el Himno después de cruzar el Jordán. Es el infierno en la tierra lo que transitamos: enfermedad, muerte, crueldad, miseria humana, ejércitos de miserables esparciendo la corrupción. Es el segundo año de Semana Santa en Pandemia: ayudar al necesitado se hace más que necesario, vital. Millones tienen demasiado; millones no tienen ni esperanza. Oremos para que, los que más tienen, entienda que es un deber cristiano ayudar al que no tiene, pero sobre todo, oremos porque lo primero sea, que estos poderosos tengan a Cristo en su corazón porque si están vacíos de Dios eso sí es un problema.

Las economías seguirán resentidas aunque han encontrado nuevas formas de sobrevivir. Hay más violencia y más descarada porque el mal está pavoneándose: Oración y acción. No lo olvidemos. Tenemos varios dedos, usémoslos todos para señalar el mal y llamarlo por su nombre: eso lo descoloca.

Jesús está siendo latigado en cada hermano que ruega una vacuna para esta peste y se le niega. Jesús está siendo clavado en la cruz en cada hermano o hermana que pierde la vida a manos de los esbirros del maligno: son niños, jóvenes, hombres, mujeres sacrificados en hechos que nos perplejan por su crueldad sin medidas. Del mundo se apoderan los que no tienen vergüenza, los que no sienten temor al Poder de Dios y lo retan.

Jesús sigue siendo crucificado y sigue resucitando cada año de maneras muy distintas a las que padeció en carne propia. Su sacrificio ahora es diario y más de una vez al día es cruficado. Jesús sigue vivo y yo creo por Fe y por la fuerza de sus evidencias, que Él no pierde con nadie. La convulsión de la que hoy somos testigos será resuelta por él, a su tiempo, pero nosotros, sus hijos, sus verdaderos hijos debemos seguir haciendo su voluntad, cumpliendo su mandato y viendo cómo Él ejerce su Poder, su Autoridad.

Dele comida al hambriento, vestido al desnudo, medicina al enfermo, ayude al que está jodido y no haga nada que no le salga del corazón porque no sirve. No brille como un sol si no quiere pero por favor, no joda a su hermano que con eso bastante que ayuda. Dios nos siga bendiciendo y manteniendo a todos, menos a los malos y a quienes los ayudan a ser maldad.

Las mujeres venezolanas migrantes siguen cosechando exito en otras tierras, en esta oportunidad una historia desde los EE:UU

Superación… Es de Maracaibo, una zuliana única, mágica, poderosa. Llegó a ser parte de un equipo de gerentes mujeres, líderes de un mercado nada sencillo, el de la belleza. Tiene como diez años que se fue a los Estados Unidos y luego que sus hijos abandonaran el nido, empezó a probar las mieles de las redes sociales y hoy, es la punta de lanza de un negocio propio en la tierra del Tío Sam. Nelly del Carmen Arandia García, emprendió en suelo norteño y camina con paso firme hacia lo que es su nueva manera de vivir: las ventas directas.

Con mucho éxito en Venezuela fue la cabeza de un equipo de ventas, hoy, ella es el producto y se mercadea y se comercializa. Ha hecho de su  nombre una marca propia, con identidad pero sobre todo con credibilidad. Su página web es Nellyarandiaofficial.com y la puedes encontrar en FB es Nelly Arandia García y en IG como @nellyarandiaofficial. Su cartera de clientes crece a pulmón propio y de manera orgánica. Esta mujer que entiende como pocas el valor de la inversión para crecer, ya comienza a ser referencia del emprendimiento venezolano en los Estados Unidos al punto que ya está en el radar de los medios de comunicación de habla hispana.

Cercana a los 50 años de edad, a Nelly no la detiene nada y es fuente de inspiración para que otras mujeres crean en ellas mismas, en su fuerza, en su poder, en sus ideas, en su capacidad y emprendan. Creadora de un círculo virtuoso, esta venezolana es orgullo de nuestra tierra pero sobre todo, es la representación de la fuerza, constancia y ganas de superación que tiene la casta criolla en tierras lejanas. Qué sigan los éxitos para esta mujer que nos enseña a ver que el límite es el cielo.

Fallecimiento… Murió el hermano de Ramón Bolívar. Alfredo falleció días después del deceso del apreciado locutor zuliano por las mismas causas: Covid-19. En Venezuela no hay vacunas para la gente porque como podemos ver, los que se hacen llamar jefes de los gobiernos andan muy campantes sin tapabocas, y no les da pena, mientras que los hijos de Dios fallecen sin poder ayudarlos. Dios nos haga justicia pronto.

Suplicio… Voy a contar un pedazo de la historia dramática que vivimos los venezolanos que decidimos regresar a casa por la frontera con Colombia. Esta línea está cerrada completamente. A causa de la Pandemia, no se puede ni entrar ni salir sin embargo, esto no impide el tránsito.

Mucho hay como noticia sobre las células y grupos que operan en este borde caliente dedicadas al negocio de pasar gente de Venezuela a Colombia. Pocos hablan de quienes tienen el mismo negocio pero de Colombia a Venezuela. Sujetos bien vestidos y de buena conversa, amables como ninguno están en los terminales ofreciendo llevarte a la puerta de tu casa, dependiendo de la distancia, por una cantidad de dólares en efectivo, 100 en realidad. La promesa es ir por rutas o caminos limpios de irregulares, es decir, de guerrilleros.

El medio de transporte son motos de competición, DT en su mayoría. En ellas montan a los desesperados migrantes que derrotados no llevan ni medias porque las vendieron para poder volver. Una trinchera de sube y bajas que puede durar tres horas es la odisea “normal” que deben experimentar todos.

En una moto viajan hasta cuatro personas, en otra llevan los motetes y en otra va una mosca, cantando la zona, es decir, va un vigía que indica si el terreno está limpio porque es mentira, falso de toda falsedad que estos coyotes puedan controlar que los grupos irregulares no anden por allí.

Luego del entrenamiento extremo de las verijas, los coyotes detienen la marcha en un poblado relativamente seguro para abastecer, según dicen, gasolina y agua a las motos y seguir. Se aseguran de dejar a los pasajeros en un lugar “seguro”. Se trata de casas desvalijadas que bien pueden llamarse guaridas en donde no menos de 20 personas están allí para atender a los viajeros, quienes se enteran de la peor manera que deben pasar en ese rancho la noche, pagar comida, bebida y dormida y esperar hasta el día siguiente para continuar el viaje. Quién reclame, porque el negocio era llevarte hasta la puerta de la casa en la mayoría de las ofertas, debe entenderse con los 20.

Quién no quiera o no pueda pagar la comida y la bebida, pues no come ni bebe, pero la dormida sí tiene que arreglarse con los 20. El lugar es por lo general un caserío cercano a una avenida central pero en territorio desconocido para los pasajeros que si pagan para que los 20 se repartan algo, no les pasa nada y al otro día al despuntar el sol, con los cueros de los propios pasajeros, los montan en otra unidad tipo bus para que lleguen al destino final. Los primeros 100 dólares se jodieron. Internet para que avises que están en algún punto “seguro” son dos mil pesos colombianos, una hora de conexión.

Comida que puede ser un paquete de galletas con un guarapo son cuatro mil pesos colombianos, una ración. La dormida son 10 mil por persona. Amanecer vivo es la cuestión. ¿Se imaginan este cuadro? Quedas a merced de unos totales desconocidos que no sabes si te van a drogar para robarte y luego matarte. ¡Es terrible! Salir de Venezuela es doloroso y volver por tierra es una antesala a los horrores en los que se han convertido el país. Hay una ola de militares que se han convertido en la opción protegida de quienes vuelven, eso sí, a precios de hasta 300 dólares por cabeza.

A diferencia de los coyotes, los pericos por el color verde de su uniforme, te dejan en la cuidad de tu residencia o en el terminal donde te puedes enlazar, según las condiciones, con rutas que te llevan a tu destino final: casa.

Hay coincidencias entre los hechos que viven los venezolanos retornados por las vías de Maicao y Cúcuta. Los ranchos donde los dejan están cercas a destacamentos militares de la Guardia Nacional y algún funcionario suele pasar por estos escondites a ofrecer llevar a los pasajeros el mismo día hasta la ciudad de destino por un monto diferente al pagado por cruzar la frontera. Quien puede, sigue el mismo día y con suerte, abraza a su familia, totalmente pelado porque si no son los custodios es el Guardia que los raspa. No es fácil volver, es una travesía tan dura, en la que también se arriesga la vida misma.

El dólar…. Superó la barrera de los dos millones en Venezuela. Si le ponemos los cinco ceros que le quitaron entenderemos mucho lo que pasa en nuestro país, pero sin duda, la economía está a pique y los bolsillos de la gente común, no resiste semejante estampida.

Cómo dueles…. Maracaibo está sola. Quienes la recorren la siente vacía. La ciudad más bullosa y alegre es la más vacía, la más triste, la más gris. Me dicen mis hermanas y hermanos que en el centro de la Ciudad se escucha a toda hora el ruido del viento pasando por las calles vacías.

En el centro de mi amada Maracaibo, si se te caía una moneda la dejabas porque el río humano no te daba chance a detener la marcha y menos por una moneda. En la foto, el Centro Comercial Ciudad Chinita es muestra de la desolación. Este mall fue siempre un termómetro del comercio y la afluencia; para entrar a estacionar, se hacía cola de carros hasta de dos horas y muchas veces se entraba sólo para dar vueltas hasta hallar un espacio para meter el carro. ¡Hasta en el rallado peatonal se paraban los carros! Así ha quedado la ciudad, vacía, sola y duele.

Reconocimiento…Esta Semana Santa, en Caracas, ha sido muy especial el trabajo de los Palmeros de Chacao. Una comunidad de montaña, humilde, que por décadas bajan desde sus caseríos, las palmas para el viernes santo. Esta labor apostólica, fue elevada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es hoy, todo un orgullo para nosotros. Lo que comenzó como una promesa de un grupo familiar es ahora la más fiel de las tradiciones.

Horrible… El sector salud en Venezuela padece un cáncer que hizo metástasis. Es un paciente que en cualquier momento estira la pata, como decimos en criollo. Desde el Hospital Noriega Trigo de San Francisco denuncia que cobran 50 dólares para tramitar una jubilación a cualquier personal del centro de salud.

En el Hospital Universitario de Maracaibo, las enfermeras hicieron una huelga interna exigiendo no sólo que les paguen la miseria de sueldo que cobran por nómina sino que le paguen un mejor salario porque ni para un paquete de harina les alcanza el sueldo de un mes. Y por si fuera poco, esta semana se dejó colar una situación terrible en la Escuela de Medicina de la Universidad del Zulia, LUZ. Los estudiantes de Medicina que están para graduarse y que deben hacer sus prácticas rurales tienen que pagar 50 dólares para un profesor, un guía y otras cosas que jamás se habían escuchado antes: Las quejas no se hicieron esperar. Un médico en una rural debe pagarse su traslado, su comida si es que come, debe cubrir los costos de su propio material de bioseguridad, llevar su bolígrafo, sus hojas como récipes y sus equipos básicos de atención al paciente. A esto súmele, que como condición han puesto que quien no pague los 50 dólares no hace la rural. Audios ruedan y ruedan con voces de supuestas autoridades decanales en las que aseguran que el sacrificio vale el esfuerzo porque quien no haga la rural no se gradúa. ¡Dios de la vida! Con razón la gente se va de Venezuela a lo que se gradúa o renuncia de sus trabajos.

Nos leemos la semana que viene.