Día Mundial de las Personas Refugiadas: cuando 1% de la humanidad se ha desplazado, toda acción cuenta

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Artículo de Gabriel Gualano de Godoy – Jefe de Misión de ACNUR República Dominicana

Santo Domingo.- El desplazamiento forzado ahora está afectando a uno por ciento de la humanidad – una de cada 97 personas – mientras cada vez menos personas desplazadas pueden retornar a sus hogares. Esta emergencia humanitaria es aún más grave por coincidir con una emergencia sanitaria.

El Día Mundial de las Personas Refugiadas fue establecido por la Asamblea General de la Naciones Unidas en el año 2000 y se conmemora cada año el 20 de junio, con el objetivo de llamar la atención sobre las terribles situaciones que dan lugar a que las personas tengan que desplazarse forzosamente en el mundo hacia lugares seguros.

Según la Convención de Ginebra de 1951 Relativa al Estatuto de las Personas Refugiadas, el término refugiado designa toda persona obligada a dejar su país de origen debido a un fundado temor de persecución debido a su raza, opinión política, religión, nacionalidad o pertenencia a un determinado grupo social.

En las Américas, la Declaración de Cartagena de 1984 recomienda la expansión de esta definición para abarcar también a personas huyendo de violencia generalizada, graves violaciones de los derechos humanos y otras circunstancias apremiantes.

Mientras nos acercamos al cierre de una década más, es profundamente preocupante notar que al menos 100 millones de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares durante los últimos diez años, en busca de seguridad, ya sea en otro lugar de su tierra natal o en otro país. Pocos han podido regresar a sus hogares o comenzar una nueva vida a través del reasentamiento o la integración local, algunos han sido desplazados varias veces y muchos millones han sido desplazados recientemente.

Durante la última década, el desplazamiento forzado se mantuvo en un nivel récord, mientras que las soluciones a largo plazo fueron más limitadas y difíciles de encontrar. Si bien al menos 100 millones de personas se han visto obligadas a huir entre 2010-2019, solo un tercio ha tenido la suerte de encontrar una solución duradera, sea la repatriación voluntaria, la integración local en el país de acogida o el reasentamiento en un tercer país.

A fines de 2019, casi 80 millones de personas fueron desplazadas debido a conflictos, persecución, violencia o violaciones de los derechos humanos.

11 millones de personas fueron desplazadas recientemente debido a conflictos o persecución en 2019, incluidos 8,6 millones de desplazados internos y 2,4 millones de nuevos refugiados o solicitantes de asilo. Es importante tener en cuenta que estos números son estadísticas asombrosas, pero también representan a personas cuyas vidas y familias han sido desarraigadas y cuyo futuro permanece incierto.

Estos números también representan un potencial ilimitado aún por realizarse que vive en las esperanzas y los sueños de casi 80 millones de personas obligadas a huir. A eso se suman 4.2 millones de personas apátridas identificadas en 76 países.

Ya en el 2020, la pandemia de COVID19 ha tenido un impacto social y económico mundial sin precedentes, afectando el acceso a alternativas de protección y a alternativas de medios de vida de las personas desplazadas.

Necesitamos de acciones concretas en favor de un mundo más inclusivo e igualitario. Un mundo donde nadie quede atrás. Nunca ha sido más claro que todos tenemos un papel que desempeñar para lograr el cambio.

Esto está en el corazón de la campaña del Día Mundial del Refugiado del ACNUR. Este año nuestro objetivo es empezar con los que están más atrás y recordarle al mundo que todas las personas, incluidas las personas en necesidad de protección internacional, pueden contribuir al desarrollo y a la sociedad de acogida.

Cada acción cuenta. Todo el mundo puede marcar la diferencia. Seguimos #ConLosRefugiados.