Tambores para San Juan: una expresión de hermandad entre República Dominicana y Venezuela

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Globalízate Radio.- Juan Carlos González Comunicación ACNUR RD.- El concierto se realizó en el marco del Decenio de la Afrodescendencia, declarado por las Naciones Unidas.

La presencia reciente de la comunidad venezolana en la República Dominicana, en un contexto de alta movilidad en la región del Caribe, es una oportunidad para el mutuo enriquecimiento intercultural junto a la sociedad que la recibe.

Con esta premisa se organizó el concierto “Tambores para San Juan” que une por primera vez a La Sarandunga de Baní y a La Parranda de Lilliam de Venezuela, agrupaciones que rinden tributo común a San Juan a través de los ritmos del tambor afrocaribeño. 

El concierto “Tambores para San Juan” se realizó en el marco del Decenio de la Afrodescendencia, declarado por las Naciones Unidas para enfatizar la protección de los derechos de las personas de ascendencia africana, reconociendo sus aportaciones y la preservación de su rico patrimonio cultural.  El concierto fue organizado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) junto al Centro Cultural de España en Santo Domingo (CCESD) y su proyecto de Cultura de Paz. 

Ambos grupos pusieron a bailar al público asistente
Leyenda: Ambos grupos pusieron a bailar al público asistente Foto: © ACNUR RD

“Esta celebración es una demostración de la convivencia pacífica entre personas refugiadas y migrantes venezolanas junto a la comunidad dominicana de acogida, enviando un mensaje de solidaridad, empatía y hermandad entre ambos pueblos”, comentó Gabriel Godoy, jefe de misión del ACNUR en República Dominicana. “Hay una historia de reciproca hospitalidad entre venezolanos y dominicanos, que en momentos de autoritarismos han sido tierra de asilo para reconstruir su vida y aportar al desarrollo de ambos países”.

La Sarandunga es una manifestación folklórica que se celebra al sur del país en Baní, Provincia Peravia. Su líder, el señor Confesor González, comentó: “desde los 5 años iba a la fiesta de la Sarandunga con mi papá. Con mucho respeto y orgullo mantenemos nuestra tradición y la hemos llevado a muchos lugares, incluyendo a Venezuela, donde fuimos a presentarnos diez años seguidos en honor a San Juan”.

Mientras, La Parranda de Lilliam está conformada por personas venezolanas viviendo en República Dominicana y está liderada por Lilliam Frías, gloria de la música popular de su país: “Llegamos aquí pidiendo posada y nos abrieron la puerta. Vinimos a aprender y a dar de lo que somos. Cuando llegué siempre tuve una vecina brindándome una taza de café. Los venezolanos vinimos a trabajar, gracias por permitirnos mostrar parte de nuestra cultura”, comentó la cantante.

En ambos países, San Juan es religiosidad, fiesta y resistencia.
Leyenda: En ambos países, San Juan es religiosidad, fiesta y resistencia. Foto: © ACNUR RD

Ambas agrupaciones han conservado la tradición de celebrar a San Juan Bautista, relacionada directamente a la religiosidad del catolicismo y a la resistencia de los esclavos africanos traídos a Las Américas. La puesta en escena de los músicos visibiliza la riqueza del culto popular, atado con fuerza a las comunidades afrodescendientes de los dos países.

“Tambores para San Juan” también fue una manera de saludar el primer año de implementación del Plan de Normalización de Personas Venezolanas en República Dominicana, una respuesta de protección y acogida a esta población que hace vida en República Dominicana.

El ACNUR es una organización internacional dedicada a salvar las vidas, salvaguardar derechos fundamentales y construir un futuro mejor para los refugiados, los solicitantes de asilo y otras personas con necesidades de protección y/o soluciones de nacionalidad.