“Medios de Vida” un proyecto para integrar a las personas venezolanas y dominicanas al desarrollo de República Dominicana

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Globalízate Radio.- Juan Carlos Gonzalez Medios ACNUR RD.- Medios de Vida es impulsado por ACNUR junto a organizaciones socias de la sociedad civil, para ofrecer oportunidades de formación para el emprendimiento.

Cuando le pedimos entrevistarla para este reportaje, Gisella levantó los brazos en señal de victoria y gritó alegre: ¡me van a entrevistar, seré famosa! El resto del público presente estalló en una carcajada cómplice. 

Así de distendido era el ambiente de compañerismo que se vivió durante la actividad de presentación de las ideas de negocio de Medios de Vida, el proyecto impulsado por ACNUR junto a organizaciones socias de la sociedad civil, que ofrece oportunidades de formación para el emprendimiento económico de personas venezolanas y dominicanas en el país.  

Personas como Gisella fueron parte de las participantes. Ella dejó su país natal y tuvo que adaptarse a una nueva vida: “Mis hijos se fueron (de Venezuela), uno para Estados Unidos y otro para España. Entonces mi hija menor que es la que está aquí me dice ‘mamá ya alquilamos apartamento, ¡véngase!’. Me traje hasta la perra”. 

Gisella proviene de la ciudad de Valencia, a 170 Km al oeste de Caracas. Con cuatro años viviendo en República Dominicana, inició un emprendimiento a partir de su propia necesidad. El año pasado fue diagnosticada con Tiroiditis y se vio obligada a cambiar su alimentación: sin gluten, azucares refinados ni lactosa. Aprendió a preparar sus propios alimentos y ahora los ofrece a través Bruss Saludable, una tienda de postres a domicilio. 

Medios de Vida es un proyecto que fomenta la empleabilidad. Dirigido principalmente a las personas venezolanas que viven en República Dominicana, el proyecto fortalece ideas de negocio que estén en fase de desarrollo. 

Gisella emprendió su idea a partir de su necesidad médica
Leyenda: Gisella emprendió su idea a partir de su necesidad médicaFoto: © ACNUR RD

“Son ideas que generan trabajo y aportan al desarrollo, empleando comunidades venezolanas y dominicanas con una mirada de soluciones duraderas e inclusivas”, comenta Gabriel Godoy, jefe de Misión del ACNUR en República Dominicana, agencia financiadora del proyecto.  

Emprender como forma de adaptación 

Otra de esas ideas de negocio que se ha fortalecido dentro del proyecto Medios de Vida se llama “Mini Churros”, impulsada por Dalia Maggi, venezolana con tres años viviendo en República Dominicana.  

Dalia siente que ha aprendido mucho en su país de acogida. “Aprender a cambiar, adaptarme a una cultura distinta. He aprendido a soltar porque cuando llegué lo hice con mucha ansiedad. Cuando vi los supermercados lloraba, sudaba frío de ver tanta abundancia. No fue fácil”. 

En las mañanas Dalia trabaja de maestra, aprovechando la licenciatura en Educación que obtuvo en Venezuela. Aquí encontró la oportunidad de ejercer en un colegio dando clases de preescolar y primer grado. Por las tardes saca su mesa de degustación a la calle para vender churros y generar más ingresos. 

El emprendimiento “Mini Churros” empezó cuando Dalia rescató estantes y mesas de degustación. Ella compró la máquina para hacerlos sin siquiera saber cómo prepararlos: “Aparte de eso el negocio tenía meses inactivo. Era empezar de cero. Las ventas estaban bajas por la pandemia pero persistí, le fui agregando otras confiterías. Mi producto estrella son los churros”. 

Dalia quiere abrir puestos de trabajos para personas dominicanas
Leyenda: Dalia quiere abrir puestos de trabajos para personas dominicanasFoto: © ACNUR RD

Dalia asegura que los churros “Dan seguidilla, porque es azúcar y fritura, algo característico del dominicano. Prueban uno y prueban diez”, afirma con una sonrisa. 

El proyecto Medios de Vida ya tiene seis ediciones, en las cuales se han formado más de 350 personas desde el año 2020. Cuenta con la coordinación del Instituto Dominicano de Desarrollo Integral (IDDI), la Asociación Scalabriniana (ASCALA)CESAL y En Lata, fundación que promueve y acelera proyectos de emprendimiento. 

Cada grupo de participantes se capacita entre uno y dos meses en temas de interés para su práctica de negocio, tales como finanzas, legal y análisis de mercado. Al final, presentan su proyecto a jurados que evalúan las opciones más viables de obtener un capital semilla. Pero según las participantes entrevistadas, el fuerte de Medios de Vida son las asesorías personalizadas que recibe cada proyecto.  

Estas asesorías son lideradas por los “padrinos” y las “madrinas” del negocio, personas con experiencia en el área de emprendimiento que adaptan sus saberes a las necesidades de cada proyecto. 

“Me enseñaron sobre estudios de mercado, también el tema de gastos, entradas y salidas de dinero, cómo fluye. Tengo dos días libres a la semana y esos días hacía el ejercicio que ellos mandaban. Hay una parte muy motivadora, es la aplicación de (los objetivos) SMART”, comentó Dalia justo después de bajar del estrado y presentar su proyecto al jurado. 

En la edición del 2022, fueron seleccionadas 90 personas participantes para ser parte de Medios de Vida, de las cuales 47 resultaron ganadoras de capital semilla para invertir en sus emprendimientos.   

Medios de Vida en un contexto que está cambiando 

El proyecto continúa su andar por tercer año consecutivo, expandiendo poco a poco su apoyo a los emprendimientos presentados por población dominicana y principalmente a personas venezolanas que residen en este país, que según cifras oficiales ya supera las 114 mil.

En un contexto de avances del Plan de Normalización de Venezolanos, implementado por el Estado dominicano -y al que hasta la fecha se han inscrito unas 43 mil personas- el proyecto Medios de Vida se convierte en una oportunidad de apoyo a esta población para que la inserción a la comunidad de acogida incluya no solo la documentación sino también la reactivación económica, sobre todo luego de superar la fase más crítica de la pandemia. 

Una pareja participante del proyecto, Vlatica Carielis y Jesús López, da testimonio de cómo navegaron esa etapa tan dura lejos de su tierra y llenos de incertidumbres. Ellos, que vinieron de vacaciones por 15 días, decidieron quedarse y asumir el reto de empezar una nueva vida en otro país. 

“Se nos prendió el bombillo de vender hamburguesas”, comenta López. “Fuimos a comprar los ingredientes y dijimos a todos los vecinos que íbamos a venderlas. Así fue creciendo Míster Soda. Dormíamos en el piso, pero lo vimos como una oportunidad de emprender, le dimos nombre, forma, un concepto y de ahí para acá hemos adquirido un local comercial, el menú se ha extendido, muchos clientes ya nos conocen. En la pandemia trabajamos corrido, no nos detuvimos, fuimos los que implantamos la fiebre de los hot dogs en Puerto Plata”. 

Jesús y Vlática pusieron de moda el hot dog en Puerto Plata
Leyenda: Jesús y Vlática pusieron de moda el hot dog en Puerto PlataFoto: © ACNUR RD

Vlatica, su pareja, atravesó el año pasado por el proceso de recuperación de un cáncer de mama, y fue gracias a Míster Soda que pudieron cubrir los costos del tratamiento de quimioterapia.  

“Una persona que ya había participado en Medios de Vida se acercó al negocio y me dijo que había un curso buenísimo ‘¿Te quieres inscribir?’, recuerda Vlatica. “Hazlo a ver si quedas seleccionada’. Apliqué en medio de mi proceso de quimioterapia y le dije a Dios que me tenía que ayudar con eso. Un día estábamos almorzando y de repente me llega el mensaje, hasta solté los espaguetis por el aire ¡quedé seleccionada!”. 

Un compromiso que continúa  

El ACNUR desea expandir Medios de Vida como un proyecto que fortalece el conocimiento en emprendedurismo, apoyando proyectos de población refugiada y migrante de Venezuela que vive en República Dominicana para, con un capital semilla, promocionar ideas que van a ser un aporte al desarrollo dominicano. 

Vlática presenta su idea de negocio al jurado
Leyenda: Vlática presenta su idea de negocio al juradoFoto: © ACNUR RD

“Esto es un aprendizaje de vida, es compartir, es reírnos. Hemos llorado, hemos tenido aquel calor venezolano, aquel calor dominicano y mucha humanidad, amor” dice convencida Vlática. 

“Quiero ofrecer oportunidades de empleo a otros”, sueña Dalia

“La experiencia es impresionante, aleccionadora, te llenan el alma y una de verdad se siente renovada. Mira a ese poco de muchachos que te hablan de tú a tú y te animan muchísimo” cierra Gisela con la misma sonrisa del inicio antes de volver sus pasos al grupo para tomarse más fotos.