La OIM lanza un Documento de Orientación destinado a empleadores y comerciantes, para la protección de los trabajadores migrantes durante la crisis de la COVID-19

Globalizate Radio OIM  – El sector privado, los gobiernos y otros actores claves deben proteger los derechos y el bienestar de unos 164 millones de trabajadores migrantes internacionales y de sus comunidades en todo el mundo, mientras los casos de COVID-19 superan la cifra de 1.300.000, dice el Director General de la OIM, Antonio Vitorino. 

Al momento de lanzar este conjunto de recomendaciones que mejorarán la respuesta del sector comercial ante la pandemia, Vitorino afirmó: “Muchos de estos empleadores tienen a su cargo proporcionar servicios, cuidados y bienes esenciales, y para cumplir ello dependen en gran medida de la fuerza laboral compuesta por migrantes”.

La OIM insiste e darle el total apoyo a los trabajadores de la edicina para atender a los que necesitan de la ayuda

“Aquí se incluye a las enfermeras, médicos y demás trabajadores sanitarios que desarrollan sus tareas en la primera línea, y también quienes trabajan en el sector de la agricultura, el transporte y el comercio minorista, que son quienes mantienen a nuestras ciudades y pueblos abastecidos con alimentos y otros suministros imprescindibles”.

Los trabajadores migrantes se ven desproporcionadamente impactados por los efectos negativos que la COVID-19 tiene sobre la actividad comercial, entre ellos el aumento del desempleo y la posible pérdida de ingresos. Por eso es vital que las marcas internacionales, sus proveedores y otros socios comerciales ofrezcan una respuesta integral y colaborativa a la actual situación. Al hacerlo, deben reconocer su responsabilidad compartida en cuanto a proteger a los trabajadores migrantes y trabajar junto a los gobiernos para de tal modo evitar que costos generados por el daño económico se trasladen a los trabajadores.  

El Documento de Orientación de la OIM será actualizado regularmente mientras dure la pandemia.  

Entre los principios generales pueden mencionarse: 

  • Deberá tratarse a todos los trabajadores sobre la base de la igualdad, la dignidad y el respeto, con independencia de su género y situación migratoria.  
  • Mientras se mantenga la crisis, la salud, el bienestar y la seguridad de todos los empleados, incluso de los trabajadores migrantes, deberán ser prioritarios para los empleadores. Las actividades comerciales deberán desarrollarse sobre la base de un enfoque inclusivo, con la mira puesta en la obligación de velar por el respeto de los derechos humanos y siempre procurando paliar las necesidades básicas de todos los empleados, en especial las relacionadas con mantener la salud.
  • Monitorear y cumplir con todos los requerimientos establecidos por las autoridades nacionales y subnacionales en relación con las medidas de salud pública y asegurar que toda información crítica le sea comunicada a los empleados.
  • Comunicarse y procurar el apoyo de las asociaciones comerciales y de empleadores a fin de compartir información, lecciones aprendidas y pasos recomendados para abordar la crisis por medio de acciones cooperativas.
  • Realizar una rápida evaluación de las medidas de protección existentes, sociales, laborales, sanitarias y en materia de seguridad en el lugar de trabajo y en donde el trabajador se aloja (si aplicara) e identificar las necesidades más acuciantes de los empleados.
  • Poner el foco en medidas que sean sensibles en cuanto a cuestiones de género y trabajar en la elaboración de las respuestas a las necesidades de grupos potencialmente vulnerables en el seno de la fuerza laboral, incluidos los migrantes.