Dos paramédicos venezolanos en RD promueven un trabajo seguro para todos

GlobalizateRadio.- De la Fuente  Plataforma R4V Compartimos la historia de Joan y Jenner, dos migrantes venezolanos en República Dominicana. Ellos persiguen el Objetivo de Desarrollo Sostenible 8.8 de Naciones Unidas, que busca promover un entorno de trabajo seguro y sin riesgos para todos los trabajadores, incluidos los trabajadores migrantes.

Hacer lo que te gusta, y hacerlo con pasión, siempre da buenos resultados. Joan Rojas (30) y Jenner Chacón (29) son ejemplo de esta afirmación.

Ambos provienen de Mérida, al oeste de Venezuela, y en República Dominicana están trabajando con ahínco para cumplir sus sueños. Los dos son paramédicos profesionales, y en este país han creado Siprem, una empresa que presta servicios pre-hospitalarios para emergencias médicas.

“Yo siempre he sido aventurero”, dice con seguridad Joan, “Ir a lugares que no conozco y más si es para entrenarme, para beneficio de mis conocimientos”.

Joan aterrizó en República Dominicana en el año 2017. Vino para impartir cursos a bomberos, enfermeras y estudiantes, pero quedó tan encantado con el país que decidió no retornar a Venezuela.

Para él, fue una decisión natural: “cuando vi que la cosa se estaba poniendo difícil en Venezuela me sentí desencantado y comencé a buscar opciones. Sabía que tenía que montar mi propia empresa para poder avanzar”.

Joan Rojas (30) y Jenner Chacón (29), paramédicos venezolanos en República Dominicana

En República Dominicana, la población venezolana se estima en 30 mil personas, según estimaciones oficiales y de la Plataforma Inter-Agencias de las Naciones Unidas para Migrantes y Refugiados de Venezuela (R4V).

Las razones de Jenner para salir de Venezuela son un poco diferentes: “la situación se iba poniendo cada vez más tensa. Me tocó venirme callado porque si yo anunciaba en el trabajo que iba a salir del país me podían bloquear el pasaporte”, comenta.

“Si me quedaba en el país iba a estar en mala situación tanto económica como laboral porque si uno trabaja un mes allá no me alcanza para mí, ni para mi hija, ni mi familia. Esa decisión (de migrar) la tomé sabiendo que estando fuera podía solventar muchas cosas”, agrega.

Al llegar a este país caribeño, las experiencias de ambos fueron positivas: “Estoy muy agradecido con los dominicanos porque yo no más llegué me decían: ‘Venezuela ven cómete este plato de comida, toma esto, toma aquello’. Me he sentido a gusto porque en cada parte que he llegado es la misma solidaridad, el mismo trato, la misma mano amiga. Fue como si hubiese llegado a mi pueblo.”, afirma Jenner.

Estaban convencidos de su imposibilidad de volver a Venezuela, y entre ambos crearon la empresa Siprem, que ofrece servicios de ambulancia, pre-hospitalarios y de atención de emergencias médicas.

“Vendí todos lo bienes que tenía en Venezuela, y eso fue como una inspiración para decir ‘tengo que empezar de cero con mucho sacrificio, estoy dejando todo atrás y esto no lo puedo desperdiciar, este es el ahorro que necesito para arrancar”, recuerda Joan.

Durante un año él vivió en el piso de la misma empresa donde trabajaba, pero gracias a ese esfuerzo conoció a mucha gente en República Dominicana que reconoce su trabajo “que sabe de dónde vengo”. Reconocen el sacrificio que han tenido que hacer, y han insistido ante las adversidades: “Aunque te digan mil veces que no puedes, tú sigues pa’ lante y dices ‘voy a intentarlo”.

De acuerdo a la información recolectada por distintos actores, incluyendo la Oficina Nacional de Estadísticas en la Encuesta Nacional de Inmigrantes del año 2017, la Organización Internacional para el Trabajo y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, más del 50% de la población venezolana en República Dominicana cuenta con educación superior y dispone de capacidades especializadas que podrían beneficiar el desarrollo económico del país.

En República Dominicana, la población venezolana se estima en 30 mil personas, según datos oficiales  de la Plataforma Inter-Agencias de las Naciones Unidas para Migrantes y Refugiados de Venezuela (R4V)

Sin embargo, la situación de irregularidad migratoria representa un desafío para la obtención de un trabajo decente: “La única preocupación que tengo ahora mismo en este país es mi estatus migratorio. Yo hice todo lo que se podía hacer con mi pasaporte: tengo todos los papeles de la empresa al día, estamos constituidos según las leyes del país, pagamos los impuestos, pero no tenemos visa, ni residencia, no tenemos ningún documento de República Dominicana”.

Tanto Joan como Jenner tienen temor de volver a Venezuela, y por eso no pueden cumplir con los requisitos que exige la República Dominicana para optar por la regularización migratoria.

Sin embargo, ellos siguen trabajando con pasión, haciendo lo que más les gusta. En la actualidad, Siprem ofrece sus servicios a todo el talento y elenco que participa del popular programa televisivo Dominicana’s Got Talent. En su cuenta de Instagram, tienen fotos con estrellas como Nashla Bogaert y Samira Tavarez.

“Tenemos una ambulancia y prestamos un servicio a toda clase de público: gente con dinero, gente pobre, tratamos de ser accesibles, de ayudar. Muchos amigos me dicen ‘si tú empresa sigue así vas a fracasar porque no lo puedes hacer gratis’, y yo les digo que si yo fracaso, fracaso haciendo lo correcto. Yo no puedo dejar que una gente me llame llorando y yo decirle ‘no señora, si usted no tiene el dinero yo no la puedo ayudar’. Si voy a fracasar, fracaso haciendo lo correcto”, asegura Joan.

Ambos le dirían al gobierno de República Dominicana que estudie las posibilidades de protección para personas que como ellos, trabajan por sacar el país adelante, ofreciendo un servicio a la población local.

“Yo tengo salud, y tengo capacidad de generar ingresos, cómo sostenerme. No necesito que me den dinero, simplemente que nos den un estatus migratorio en el país”, cierra Joan.