600 venezolanos están en una situación crítica en la localidad de Colchane frontera Chilena
Globalízate Radio.- La situación migratoria que pasan los nacionales venezolanos que han decidido dejar su paìs e ir caminando a otros en este año que inició ha presentado inconcenientes.
El caso de Chile endendió las alarmas por la decición que tomaron las autoridades de ese país de no dejar pasar a los migrantes venezolanos por la frontera y mas con la orden de militarizar. Es por ello que varias organizaciones como la de Venezolanos en Iquique, tomaron la iniciativa de ir en ayuda y socorro de estas personas.
La militarización de la frontera norte de Chile ha hecho que sus labores se incrementen. «Tenemos ya comentarios de que hay personas que no las dejan entrar a Chile. Hasta el día domingo (7 de febrero) se estaba dejando entrar«, indicó Alfredo Nunes portavos de la Organización.
Aunque desde el gobierno central señalaron recientemente que no hay planes de crear refugio en Colchane, la ayuda por parte de la ciudadanía se ha movilizado estos días en favor de quienes ahora se encuentran vulnerables frente al hambre, el frío y la incertidumbre en la frontera entre Bolivia y Chile.
Los informes de las organizaciones indican que exiten unos 600 venezolanos que estan en una situación crítica en la localidad de Colchane.
El punto de la crisis
En pleno altiplano chileno, a escasos kilómetros de la frontera con Bolivia, se encuentra una pequeña comuna de unas 1.700 personas, cuya población se ha duplicado en los últimos años.
Pero el súbito crecimiento poblacional no se debe a una explosión de natalidad, sino a una crisis migratoria sin precedentes en una zona conocida como «la gran tierra de los Aymaras».
El detonante de la crisis que afecta a la localidad de Colchane fue la llegada repentina de cientos de migrantes el 1 de febrero, que fue agudizada por la muerte de dos migrantes (un venezolano y una colombiana).
La frontera que divide a Colchane de Pisiga, en Bolivia, es una zona que se encuentra a más de 3.600 de altitud y donde no es raro que los termómetros caigan a cero en esta época del año.
Pero ni las temperaturas extremas ni mucho menos la pandemia de Covid-19 han detenido el flujo de migrantes, que en su mayoría proviene de Venezuela.
«Estamos viviendo una de las peores crisis humanitarias. Nos encontramos hoy día con 1.800 inmigrantes. La mayor concentración se encuentra en la localidad capital de Conchane, donde habitan 300 personas«, dijo a BBC Mundo el alcalde de la comuna, Javier García.
«Por tanto, se ha producido un colapso sin precedentes en el poblado. Esta ola incluye 235 niños, que están ocupando todos los espacios públicos«, prosigue.